En la casa remodelada.

Esto ocurrió hace varios meses, corría enero y orion con el calor se transforma en el dios del sexo, una bestia insaciable que es capaz de devorar penes solo con una mirada caliente, abro mi msn y veo que me habla el famoso juan, juan era un obrero de la construcción, casado, bisexual, aproximadamente 1,90 de estatura, tenía barriga de cerveza, sin ser gordo, y lo mejor eran las fotos de su pene, con juan hablábamos solo por msn hasta que un día me ofreció hacer un trío con el y otro activo, me dejo su celular para confirmar mi presencia en el trío,o mejor dicho,llevar mi culo al trío, pero ese día yo tenía otros planes de sexo, sin embargo el activo favorito me falló, llamé a juan quien de forma inmediata me dijo que en cinco minutos me pasaba a buscar, juan llegó muy rápido, seguro las ganas de cogerme lo hicieron acelerar o volar en su auto, sin embargo vi que juan venía solo y sin el otro activo.

Juan tenía 39 años, yo creo que tenía 43, era muy alto, no muy agraciado de cara, era moreno, rasgos muy masculinos, manos GIGANTES, piernas muy marcadas ya que iba mucho al gym y sus brazos musculosos se debía a que trabajaba en la construcción como obrero, con oberol y casco, que sexy no?, justo juan se arrancó de la obra para ir a darme placer, llegó con un oberol gris con restos de cemento y una polera blanca gastada, juan estaba trabajando en la remodelación de una casa y me llevo a ese lugar ya que no contábamos con otro, la casa estaba casi vacía solo habían materiales de construcción un sillón y una cama nueva, juan me agarro y sin darme ni siquiera un beso me llevo hacia su bulto, resfregando mi cara sobre el oberol, ese actuar brusco, varonil, me tenía loco.

Juan me agarro y me penetro la boca primero de forma despacio para que pudiese sentir esos 19 centímetros de carne dentro de mi boca, sentir como entraba y salia de mi esa cabeza gorda y grande, sentir como intentaba llegar a mi garganta, no me dejaba poner mis manos en el pene, solo debía usar la boca, eran sus ordenes y el mandaba, la casa estaba toda a oscuras, pues nadie debía saber que entramos en una casa a tener sexo sin permiso, solo veía la silueta de un hombre que me tenía de rodillas mamando su pene con fuerza, las embestidas eran más y más rápidas, fuertes, mis ojos llorosos se calmaron al recibir toda la leche que sin avisar juan envío de forma directa a mi boca, me trague todo sin pensar, sin actuar.

Luego me ordena que me pare y me baje los pantalones, me los bajo, me da vuelta y de una nalgada fuerte que llegué a gritar separo mis nalgas y me la enterró, cuando comencé a gritar del dolor, por no estar lubricado y estaba siendo penetrado por un gran pene, juan cubrió mi boca con un cojín y me tiro boca abajo sobre la cama, esta vez, estaba siendo violado, no tenía movimiento, no se me permitía gritar, me penetraron sin condón, me lo hacían fuerte para sufrir, me humillaba al oído y eso me encantaba, juan una vez más sin avisar me lleno el culo de semen, no tenía como evitar el acto, el me poseía, el me dominaba, luego me dio vuelta lleno de semen y antes que se desparramará me abrió las piernas y comenzaba a meterlo muy lento y lo sacaba, me hacía pedir más y más, era un putito loco pidiendo ser penetrado por este hombre bisexual que aun conservaba su oberol sucio y estaba sin polera sudando y con las manos semi sucias de la jornada de trabajo ardua, me clavo muchas veces todas estalló en semen sin preguntar, sin usar condón, cuando acabo por última vez, me agarro y me dio un beso que también el controló y me dijo, súbete al auto nos vamos, no había agua ni papel higiénico y con el culo lleno de semen me tuve que subir los pantalones e irme lleno de leche en el auto hasta mi casa, cuando llegué me di un baño largo para sacarme toda la leche y limpiar las heridas de guerra que el obrero de la construcción había dejado en mi.

"Besos, palmadas y agarrón, saludos de orion"