jueves, 3 de julio de 2014

Los militares-- Aporte desde Venezuela.

Pero que felices nos colocamos cuando nos envían aportes a historiasdeorion@gmail.com todas las historias son bien recibidas, una perfecta historia nos ha envíado nuestro amigo Miguel desde Venezuela y vaya que está caliente, gracias miguel por el aporte.

Buenas noches. Estaba leyendo algunos relatos, y me animé a escribir el mío, que es medio largo, pues soy muy detallista. Mi nombre es Miguel, actualmente tengo 21 años, soy moreno, peso 66 kg, mido 1.68, cabello castaño, actualmente estudio en una escuela militar en San Juan de Los Morros, pero soy del Estado Portuguesa, . Soy un chamo reservado, y a los 18 años decidí irme a prestar Servicio Militar Voluntario (en el cual duré poco más de dos años, pues solicité el reenganche). Después de pasado un tiempo (casi dos años) y conocer como era la movida en el cuartel, me sentí más en confianza para decirle a ciertas personas que me gustaban los hombres, pero lo hacía como por “mamadera de gallo”, por lo que nadie me creía y me decían que no era cierto. Había un profesional (no importa su jerarquía) que me gustaba mucho, es muy simpatico, de unos 23 años, casado, guapo y blanco. El caso es que yo a esa persona siempre le lanzaba “puntas” diciendole que me gustaba y quería estar con él. Un buen día del fin de semana, él estaba de guardia y yo voy hasta donde él se encuentra, y le pregunto si me puede dar su número, a lo que me responde que sí.
Ya era de noche (aproximadamente a las 7:00 pm) y yo me encontraba en la oficina trabajando, cuando recibo un mensaje de él diciéndome: “eres mono o eres ardilla”, y yo como siempre, mamador de gallo, le respondo: “creo que mono, porque me gusta andar sobre el palo, jajaja”, él me responde: “de pana eres marico mira que necesito que me lo mamen”, yo le respondo: “claro que si lo soy, lo que pasa es que soy muy reservado y no me gusta demostrarlo”… compartimos muchos mensajes, y a la final cuadramos que yo iba a ir hasta su habitación cuando él entregara su guardía (a las 11:00 pm). Llegó la hora, y yo aún estaba en la oficina esperando su mensaje. Aproximadamente a las 11:20 pm, él me escribe: “mira vas a venir o que”, yo le dije: “sí, en un momento voy”. No pasaron ni cinco minutos cuando me envía otro mensaje: “mira que paso”, yo le repondo: “ya voy”. Como a las 11:30 pm, me dirijo hasta su habitación y estando afuera, le escribo para que me abriera la puerta. Él compartía la habitación con dos profesionales más, pero ese día estaba él sólo porque los otros dos habían salido de permiso de fin de semana y regresaban el lunes, todo cuadraba pues.
Me abrió la puerta, entré y me senté en su cama, estaba muy nervioso, pues era mi primera vez que lo hacía en el cuartel y si nos descubrian nos podían botar. Él estaba en toalla, se notaba que se acababa de bañar. Me dice: “dale pues”, como yo estaba un poco nervioso, me sentía medio incómodo, pero después le quité su toalla y comencé a chuparle su pene; él gemía y yo le decía que lo tenía muy rico, estaba muy delicioso y depilado, medía como unos 18 centímetros, se lo chupé como por diez minutos, después él me pregunta ¿quieres que te lo meta?, yo le dije que no estaba muy seguro porque tenía tiempo sin hacerlo y, pues estaba nervioso. Al final le dije que sí. Buscó el condón, se lo colocó y se acostó sobre la cama y me dijo que me sentara sobre él. Yo muy obediente hice lo que él me había dicho, y se senté encima de él, pero me sentía un poco incómodo en esa posición. Cambiamos de posición, yo me apoyé sobre la cama con las manos mientras él, de pie me penetraba fuertemente, yo casi no aguantaba, me dolía mucho, pero igual seguí y luego le agarré el gusto a la cosa. En esa posición pasamos como 15 minutos. Cuando ya él iba a terminar, me sacó su pene y me dijo que se lo chupara, le quité el condón y comencé nuevamente a chupárselo hasta que me llenó toda la boca de leche, deliciosa y dulce, ¡ufff!. Luego me retiré y me fuí a dormir. Fin de este relato. Después de esto, me ha vuelto a citar para su oficina, pero sólo se lo he chupado hasta tragarme su semen, no ha vuelto a haber penetración porque el encuentro no se ha dado en el lugar correcto (no en su oficina). Por cierto, hoy él esta de guardia…
He cuadrado con otro profesional, pero sólo ha sido sexo oral y pues esa es otra historia por contar… espero les haya gustado mi detallada historia militar. 

Miguel.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por comentar y leer, una nalgada o un agarron para ti. orion